Estaba indecisa entre mousse o tarta de chocolate... así que decidí hacer un poco de las dos.
Hice una base de mousse y luego la horneé como un soufflé. La tarta estaba deliciosa... de las que se deshacen en la boca. Para nada pesada.
Pruébalo y te encantará.
INGREDIENTES
150gr de mantequilla sin sal
150 g de chocolate para cocinar
4 huevos
150 g de azúcar
vainilla, yo uso en polvo pero se puede usar esencia
PREPARACIÓN
- Calentar el horno a 150C. Forrar una bandeja de horno con papel sulfurizado, reservar.
- Derretir la mantequilla y el chocolate en un bol al baño maría, procurando que el bol no toque el agua. Una vez derretidos, retirar el bol del fuego y dejar que la mezcla de chocolate se enfríe a temperatura ambiente.
- Mientras se derrite el chocolate, separar los huevos poniendo las yemas en un bol de la batidora y las claras en otro. Añadir la mitad del azúcar a cada bol.
- En el bol de las yemas, añadir la vainilla. Bate las yemas hasta que aumenten de volumen y obtengas una mezcla de color más claro. Reservar.
- Con unas varillas limpias y secas, batir las claras a punto de nieve (pero no demasiado).
- Asegurarse de que la mezcla de chocolate está a temperatura ambiente, para no cocer las yemas. Echar la mezcla de chocolate en el bol con las yemas batidas e incorporar hasta que quede bien mezclado. Añadir las claras e incorporar suavemente.
- Verter la masa en el molde preparado y hornear de 30 a 40 minutos o hasta que el pastel haya subido pero esté blando por dentro.
- Retirar del horno y dejar enfriar. A mí me gusta comerlo caliente. Está aún más delicioso al día siguiente.