La caída del cabello es una queja muy común entre las mujeres y en esta época del año tiende a incrementarse. O vuelta a la vida "normal" tras las vacaciones conlleva cambios en la rutina y aumenta el estrés. Los días se hacen más cortos y el cambio de hora acaba estropeando nuestro producción hormonalque es esencial para un cabello sano. O verano puede haber sido sinónimo de más excesos y descuidosque puede que sientas ahora (y no sólo en tu pelo). El hecho de que hayas estado expuesta a más rayos UV y agua soleada/clorada, y no proteger siempre tu peloo o invertir en hidratación también contribuye a la caída del cabello al comienzo del otoño.
Así que si hay un momento para reforzar una rutina anticaída, ¡es ahora!
1. Buena alimentación = buen pelo. Empieza por el desayuno.
Un pelo fuerte y bonito depende de nuestra alimentación. Necesitamos un buen aporte de grasas, micronutrientes, vitaminas y proteínas.. Para una solución práctica, y para romper el ayuno nocturno de forma equilibrada, te sugerimos lo siguiente este batidocon Super Proteína Capilar. Contiene una mezcla de plantas medicinales y adaptógenos que favorecen y equilibran la producción hormonal, fortalecen las fibras capilares, aportan más brillo y fuerza al cabello y frenan su caída. La proteína, que también es esencial para un cabello fuerte, es 100% vegana y de fácil absorción, con la ventaja añadida de que te mantiene saciado durante horas.
Consejo: Si la proteína en polvo no es lo tuyo, tenemos lo que necesitaselige tomar 2 cápsulas Super Hair diariamente.
2. No olvide lo esencial: cuero cabelludo
No se puede tener una planta fuerte sin cuidar las raíces, y lo mismo ocurre con tu cabello. Cuidar la "tierra" es fundamental y por eso, al menos una vez a la semana.., debes masajear tu cuero cabelludo con el Sérum Super Capilar. Este infusión de plantas medicinales hidrata y regenera el cuero cabelludo, potenciando el crecimiento y evitando la caída del cabello. Si te sientes lo suficientemente valiente, prueba a empezar a usar dermaroller. Este tecnología de microagujas estimula la circulación sanguínea, mejorando la absorción del suero y el crecimiento del vello.. É perfecto para quienes tienen el cabello muy fino, escaso y con poca densidad.
3. Refuerza la hidratación
Puede que el verano te haya hecho olvidar tu mascarilla hidratante semanal. Aprovecha las tardes de otoño en casa para una hidratación intensiva sin aclarado, con Súper Mascarilla Capilar. Es la rutina más fácil y perezosa que existe: sólo tienes que aplicar la mascarilla en el pelo, envolverlo en una toalla e irte a dormir. Tu pelo estará más suave, fuerte y brillante. Todo lo que tienes que hacer es lavarlo a fondo por la mañana (preferiblemente con un champú e acondicionador libre de siliconas y otros ingredientes que sólo resecan el cabello y el cuero cabelludo). Habla desde dentro hacia fuera, añade un poco de gotas Hair diariamente en un vaso de agua hará maravillas. Estas gotas tienen extracto de ortiga, una de las plantas más nutritivas del mundo y muy rica en hierro, mineral esencial para un cabello sano.
4. Peinar, secar, fijar: menos es más
Si sueles peinarte cuando está mojado, intenta evitarlo. Esto se debe a que las hebras son más elásticas y se rompen con más facilidad. Intenta dejar que el pelo se seque de forma natural, ya que el calor artificial es muy perjudicial tanto para el crecimiento sano como para el aspecto brillante y suave que deseas. Evita atarte el pelo, sobre todo con gomas elásticas demasiado apretadas y tirantes, ya que rompen el cabello.
5. 5. Si te tiñes el pelo, elige la henna.
Es innegable el cambio que se produce en la salud de tu pelo cuando dejas de teñirlo con tintes químicos y los sustituyes por henna. hennauna coloración completamente natural a base de plantas. No sólo teñirás tu cabello, sino que lo nutrirás con cada aplicación, con plantas medicinales nutritivas que le aportan más estructura, brillo y suavidad.
6. Paciencia y constancia
El cabello crece aproximadamente un centímetro al mes. Y tiene ciclos naturales de crecimiento, reposo y caída. No podemos cambiar esta mecánica, ni tampoco nuestra genética o la edad, que también influyen. Pero nosotros sí podemos, ser pacientes y constantes con nuestras rutinas de cuidado capilar, y nuestros hábitos diarios.
¡Verás las diferencias!