Aceite frente a bálsamo: ¿cuál debo usar en mi cuerpo?

A la hora de hidratar tu cuerpo, debes tener en cuenta no sólo tu tipo de piel y los nutrientes que quieres aportarle, sino también el momento del día en que lo haces y tus preferencias en cuanto a textura y aroma. Si no estás segura de qué tipo de crema hidratante es la adecuada para ti -aceite o bálsamo- este post te ayudará a elegir.

Los beneficios del aceite corporal

Los aceites vegetales tienen la capacidad de imitar las grasas naturales presentes en la piel. Por ello, se absorben rápidamente y son muy adecuadas para cuando la piel necesita reponer los niveles de hidratación de forma inmediata, después de una exfoliación, por ejemplo.

Y como son fácilmente reconocidos por nuestra piel, mejoran la función de barrera de la piel, teniendo un efecto reparador instantáneo. Son excelentes para regular la producción de sebo, lo que puede ser beneficioso para los problemas de la piel o los casos de exceso de grasa.

Los beneficios del bálsamo corporal

Un bálsamo es un hidratante sólido, compuesto por mantecas y aceites, y por tanto mucho más denso y graso que un aceite. Se derriten al contacto con el calor de la piel y son ideales para las pieles muy secas o sobreexpuestas al frío y al viento.

Si lo piensas, solemos utilizar este tipo de crema hidratante más espesa para zonas generalmente muy secas como los labios, los codos, los pies y las manos. Si te gusta tener algo a mano para usar en varias partes del cuerpo, durante el día, tienes que probar el Jazmín y Kakadu, adecuado para cualquier tipo de piel y para la cara, el cuerpo, las manos y los labios.

 

Los bálsamos también tienen la ventaja de dejar un maravilloso y duradero brillo en la piel. Y si ya ha utilizado bálsamo Puro Sol o el Tropicalia en los días de verano, ya sabes de qué estamos hablando.

Estos humectantes más ricos, cuando se colocan sobre la piel, forman una especie de barrera que retiene la hidratación. En el caso del Hidrataes aún más evidente, ya que uno de sus principales ingredientes es la manteca de cupuaçu, capaz de retener hasta 4 veces su peso en agua, todo lo que nuestra piel necesita. Si tienes la piel muy seca, agrietada o irregular, entonces ésta es realmente la mejor opción para ti: dejará tu piel suave y luminosa, cambiando completamente su aspecto y textura.

¿Cómo elegir?

Debes elegir tu crema hidratante en función de tu tipo de piel y del momento en que te hidrates el cuerpo. Y el aceite y el bálsamo pueden incluso complementarse a lo largo del día. Por ejemplo, después de la ducha, con la piel húmeda, un aceite será más ventajoso. Se mezclará con el agua y se absorberá rápidamente, haciendo que la piel retenga la humedad. Al final, es más conveniente vestirse después. Si tiene una piel normal o joven, el Aceite de mar El aceite es práctico para el uso diario. Es súper rico en minerales y trabajará en la elasticidad de la piel y la dejará suave.

 

Si tienes la piel muy seca, deshidratada o irregular, entonces un bálsamo es realmente la opción perfecta. Para reparar una piel muy dañada, recomendamos Hidrata. Ahora que se acercan los días más fríos, tener a mano una crema hidratante durante el día Jazmín y Kakadu es inteligente, ya que le proporciona una hidratación profunda y protege su piel de los agresores externos. Ideal para mantener las manos suaves durante el día, con la ventaja de que también se puede utilizar en el cuerpo.

Si te gusta hidratar tu piel antes de acostarte, un bálsamo es perfecto ya que es de lenta absorción y podrá actuar mientras duermes. Y tampoco tienes que preocuparte de que tu cuerpo se sienta pegajoso al contacto con la ropa. La hidratación de larga duración hará que te despiertes con una sensación maravillosa en tu piel.