Aunque seas un campeón de la salud bucal y te cepilles los dientes a conciencia dos veces al día durante tres minutos, es posible que nunca hayas oído hablar del raspador lingual, uno de los aliados más poderosos para tener una boca fresca y sana. Si es así, ¡este post es para ti!
El raspadores linguales de cobre se utilizan en la medicina ayurvédica desde hace miles de años, y son la mejor forma de empezar el cuidado bucal cada mañana. El objetivo es eliminar las bacterias acumuladas en la lengua durante el sueño, en una eficaz desintoxicación matutina, y despertar las enzimas gástricas para el trabajo digestivo. Incorporar este ritual a tu rutina, limpiándote la lengua nada más levantarte, incluso antes de cepillarte los dientes, hará maravillas por tu salud y te proporcionará una sonrisa aún más segura.
¿Por qué utilizar un raspador lingual?
En la lengua se acumulan residuos, bacterias y células muertas que pueden provocar mal aliento y tener un impacto negativo en tu salud. Durante la noche, en particular, el cuerpo lleva a cabo su proceso diario de desintoxicación y uno de los lugares donde más se acumulan las toxinas que liberamos es precisamente la lengua. ¡Por eso es tan importante, y beneficioso, limpiarla cada mañana!
Existen raspadores linguales de plástico o de otros metales, pero el cobre es, con diferencia, el más eficaz, porque es un antiséptico natural, y selectivo, ya que actúa sobre las bacterias nocivas, pero no sobre las "buenas".
Desintoxicación matinal
Estos son algunos de los beneficios de raspirador de lenguaque empezarás a sentir en cuanto lo incorpores a tu rutina:
1. Mejora el gusto y la digestión: La digestión comienza en la boca, y limpiar tu lengua a diario acentuará tu paladar, ayudándote a distinguir todos los sabores (salado, dulce, amargo, ácido) y estimulará una función digestiva equilibrada.
2. Previene el mal aliento: Puesto que las bacterias que provocan el mal aliento tienden a acumularse en la lengua, utilizar un raspador además de cepillarse los dientes es esencial.
3. Mejora el aspecto de la lengua: al eliminar la capa de residuos que se acumula en la superficie de la lengua, dándole un aspecto poco saludable.
4. Mejora su salud bucodental: utilizado de forma constante, el raspador lingual elimina las bacterias nocivas que se acumulan en la boca y causan caries y problemas de encías.
Cómo se utiliza un raspador lingual?
El momento ideal para utilizar un raspador lingual es justo después de levantarse, antes de cepillarse los dientes o de beber agua. Frente al espejo, saca la lengua (ahora que puedes, ¡disfrútala!), sujeta el raspador por las puntas y coloca la parte curva contra el dorso de la lengua (lo más atrás que puedas). Con una ligera presión, sin ejercer excesiva fuerza, desliza el raspador hasta la punta de la lengua, eliminando los residuos amarillentos que se acumulan en ella. Limpie el raspador entre pasada y pasada. Aclara y repite el movimiento por toda la lengua hasta que no se desprendan más residuos.
No olvides lavar bien el raspador después de cada uso. Es natural que el cobre se oxide con el tiempo. Al igual que cepillos de dienteslos cepillos de dientes, los rascadores deben cambiarse cada 3 meses.
Preguntas frecuentes sobre el raspador lingual
¿Ayuda un raspador lingual a combatir el mal aliento?
Sí, porque en la lengua se acumulan muchas bacterias, que son la causa principal del mal aliento. Por eso, utilizar un raspador lingual todas las mañanas, además de cepillarse los dientes, tiene unos resultados increíbles.
¿Con qué frecuencia debo utilizar el raspador lingual?
Todos los días. La constancia es muy importante. Dos minutos son suficientes para eliminar todos los residuos de la lengua y empezar el día con una desintoxicación súper saludable.
¿Cuándo notaré los beneficios?
Inmediatamente. Después de usar el raspador lingual, eliminando la capa de residuos acumulados en la superficie, ¡sentirás tu lengua y tu boca tan frescas y limpias como nunca!
¿Tiene contraindicaciones el raspador lingual?
No, pero no debes usarlo si tienes llagas o aftas en la lengua. Este proceso es muy eficaz, pero debe hacerse siempre con suavidad. La limpieza de la lengua no debe causar dolor.