Entonces, ¿baño o ducha? Aunque un buen remojón en la bañera puede ser realmente delicioso, relajante y reconstituyente, lo cierto es que los expertos suelen coincidir en que una buena ducha es más recomendable. Por supuesto, cada forma de cuidar nuestro cuerpo lavándolo tiene sus ventajas e inconvenientes, pero ¿cuál es mejor? Eso es lo que vamos a intentar averiguar en este post.
Baño de inmersión, ¿y qué?
Todos conocemos el increíble placer que puede proporcionarnos un baño: agua a la temperatura adecuada, el aroma de nuestros productos de baño favoritos, puede que incluso unas velas alrededor para crear un ambiente realmente relajante. Pero lo cierto es que este idilio con el cuidado personal conlleva algunos riesgos. Por ejemplo, ¿has pensado alguna vez en la cantidad de bacterias y hongos que pueden acumularse en la superficie (aparentemente limpia) de una bañera? Para evitar que entren en contacto con nuestra piel, se recomienda lavar a fondo la bañera antes de cada baño. Lo cual, reconozcámoslo, está muy bien, pero no es lo más práctico cuando se dispone de poco tiempo.
Otro "problema" es la cantidad de agua que utilizamos. A menos que nos demos duchas interminables, es muy probable que un baño consuma mucha más agua que una ducha normal, y eso no es mucho conciencia ecológica. Aunque, en las condiciones adecuadas, un buen remojón es maravilloso para la piel, lo cierto es que consume otro bien preciado que tenemos: el tiempo. El tiempo que se tarda en llenar la bañera y el tiempo que pasamos en ella. En resumen, puede ser bueno, pero no es para todos los días.
Beneficios de una buena ducha
No hay duda: a menos que tu bañera esté impecablemente limpia antes de cada baño, la ducha es la opción más higiénica. Piénsalo, la única parte de tu cuerpo en contacto con la superficie son las plantas de los pies, por lo que hay menos posibilidades de que tu piel entre en contacto con bacterias y hongos.
Las duchas también consumen menos agua y, en general, son mejores para la salud de la piel, porque al contrario de lo que parece, un remojo prolongado, en el que te sumerges en agua caliente durante mucho tiempo, puede resecar tu piel. Según los expertos, un remojo demasiado prolongado puede dañar la barrera cutánea, por lo que hay que prestar más atención a los baños si se tienen problemas de piel.
Y por último, el factor tiempo, y el lado práctico. No hay nada más rápido y eficaz que una buena ducha, sobre todo hoy en día, cuando cada segundo es oro.
Cómo hacer que tu ducha sea inolvidable
Ahora que ya conoces las diferencias, estarás pensando: sí, pero a mí me sigue encantando un buen remojón en la bañera. Y no hay nada en contra. Cada uno elige lo que mejor se adapta a su naturaleza y estilo de vida. Y no hay nada de malo en adoptar la ducha en la vida cotidiana (¿cuántos de nosotros sólo nos despertamos después de ducharnos?) y reservar el baño para las ocasiones especiales.
En cualquier caso, una ducha siempre es buena, sana, cómoda e incluso ecológica, pero hay formas de hacerla aún mejor. Por ejemplo, con nuestro Gel de ducha de naranja y jengibreuna fórmula ultrarrefrescante con ingredientes ecológicos para purificar, hidratar y equilibrar la piel, dejándola limpia, suave y revitalizada. O descubra una novedad que ya se ha convertido en un clásico: nuestro espumas exfoliantesen tres versiones imperdibles (energizar, relajarse e algodón de azúcar) para una experiencia deliciosa que llevará cualquier ducha al siguiente nivel. Un irresistible dos en uno que combina lo mejor de ambos mundos: la espuma para limpiar y perfumar su piel, y el exfoliante que actúa como un detox regenerador, eliminando las células muertas, alisando la piel, atenuando marcas y cicatrices, y permitiendo una hidratación profunda. Al aplicar este producto en el cuerpo, el exfoliante se funde en una espuma de baño que no olvidará. Un consejo: insista en las zonas del cuerpo donde pueda tener estrías y celulitis para reducir su apariencia.